El tenista español fue incapaz de reprimir el llanto tras ganar su cuarto US Open
Fue tras conseguir su cuarto US Open, su Gran Slam número 19, que Rafa Nadal se convirtió en mortal. El mallorquín no pudo evitar las lágrimas tras ver un vídeo sobre su paso por el torneo americano. La emoción desbordó al español, incapaz de reprimir el llanto.
En la ceremonia de entrega de trofeos, también se emocionó, hasta el punto de tener que interrumpir brevemente la entrevista ante el público, para luego tomar el micrófono y dar de forma insistente las «gracias» a los aficionados neoyorquinos por su apoyo.
También tuvo el detalle de enviar un mensaje de apoyo a su amigo Karim Alami, un jugador marroquí que recientemente perdió a su hijo en un accidente de tráfico.
En español y a pie de pista, también agradeció el aliento de los aficionados latinos, de los que dijo que «nunca fallan, ni en Nueva York, ni en América Latina, ni en Miami». «Esta noche también, gracias a todos vosotros», apuntó dirigiéndose a «toda la comunidad latina», informa Efe.
«Yo os espero ver el año que viene», aseguró Nadal, deslizando así su intención de querer volver al Abierto de EE.UU. en el 2020, tras calificar la victoria de «la más emocionante de mi vida», en una partido que fue «una locura».
«La ambición es buena, pero la ambición desmedida es mala porque corres el peligro de no ver el mundo de forma positiva (...). Yo no puedo vivir así. Si no uno vive en un estado de tensión y presión todo el día que no lo deja ser feliz», se sinceró Nadal, quien dijo entender el debate de que haya tres tenistas -incluyó así a Novak Djokovic- que durante tanto tiempo dominen el circuito internacional, recoge Efe.
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