Vivencias De Graciela Langorte

Y en la tibieza de aquellas pequeñas manos de niña. Se quedó dormido aquél gorrioncito pardo. Nunca sabré si murió de hambre, frío o soledad. Sólo recuerdo que lo recogí del suelo...humedo...frío. Y se durmió en mis manos de niña con cinco o seis años de edad. Recuerdo haber llorado. Mi mamá se acercó para consolarme, mientras lo envolvía en una blanca servilleta de papel. Lo enterramos cerca del río, papá hizo una fosa pequeña en el canto rodado , con sus manos grandes. Allí justo a orillas del río Negro. Rodeamos su cunita( de brillantes colores) con margaritas del campo. Mi madre señaló hacia lo alto y dijo. "Mira, acaban de abrirse las puertas del cielo. Un ángel ya lo recibió.... Entró volando" dijo. Y sonrió. El río.... Cantaba una canción de cuna.
Compartimos Un Trabajo De La Escritora Isabelina Graciela Langorte De Reconocida Trayectoria A Nivel Nacional Y Mundial.

De: VIVENCIAS Graciela Langorte Derechos reservados "Aquél gorrioncito pardo" URUGUAY